Un diente astillado puede producirse en todo tipo de personas de todas las edades. Suelen asociarse a golpes en las piezas dentales, por eso se piensa que es más habitual en niños, pero existen más motivos por los que se producen.
Puede pensarse que su aparición es un problema meramente estético ya que en ocasiones no producen dolor, pero los dientes astillados suponen un importante riesgo para la salud de la pieza dental afectada y su permanencia en nuestra boca.
¿Cómo se produce un diente astillado?
Es normal pensar que un diente astillado es la consecuencia de un traumatismo en la boca, pero la realidad es que existen otros motivos por los que puede astillarse un diente.
Ciertos hábitos, como utilizar los dientes como herramientas o para sostener cosas, pueden dar lugar a una fractura dental. Masticar alimentos excesivamente duros como caramelos o frutos secos también pueden producir este tipo de lesiones.
Tener caries dentales sin tratar también puede favorecer el astillado de las piezas, ya que las bacterias que provocan la caries debilitan el esmalte dental, siendo así, más propenso al astillado.
Factores de riesgo para la aparición de fisuras.
Existen diversos factores que dan lugar a una mayor propensión a la aparición de astillados en los dientes. Algunos de estos pueden ser:
- Caries dentales: Las caries debilitan el esmalte dental, siendo más propensa a su astillado.
- Bruxismo: Al apretar los dientes se produce una presión excesiva sobre las piezas dentales, que pueden provocar su erosión.
- Edad: Los dientes se desgastan con el tiempo, lo que los convierten en más expuestos a su fractura.
- Dieta: Las dietas ricas en azúcares producen el debilitamiento del esmalte dental, siendo así más propenso a sufrir fisuras.
Cómo detectar un diente astillado y su diferencia con uno roto.
Aunque su diferencia parezca evidente, no siempre es así.
Un diente roto es aquel del cual se ha desprendido una parte, mientras que el astillado presenta una pequeña fisura en su superficie.
Puedes tener un diente astillado si:
- Al pasar la lengua por la superficie del diente notas alguna rugosidad.
- Ves pequeñas líneas en el esmalte de tu diente.
- Aparece sensibilidad o dolor al masticar.
Problemas de tener fisuras en los dientes.
Lo que más suele preocupar ante un diente astillado es el impacto estético que supone en nuestra sonrisa, no obstante, su presencia puede dar lugar a otras complicaciones.
Una fisura en el esmalte dental es una vía para las bacterias por las que atacar al diente, por lo que su presencia favorece la aparición de caries. Estas, de no ser tratadas a tiempo, pueden provocar el empeoramiento de la fisura o, incluso, acabar con la pérdida de la pieza dental.
Cómo tratar un diente astillado.
Existen diversos tratamientos para corregir este problema que dependerá del grado de importancia del astillado del diente.
Algunos de estos tratamientos son:
- Reconstrucción de la pieza dañada. Utilizando una sustancia llamada composite, se puede devolver al diente su aspecto original eliminando la fisura.
- Carillas dentales. Además de utilizarse a nivel estético, las carillas también pueden utilizarse para proteger a los dientes astillados.
- Coronas dentales. Si la fisura es de un tamaño considerable, se puede optar por colocar una corona sobre el diente para su protección.
- Incrustaciones dentales. Se utiliza en los casos en los que se ha perdido una parte importante de la pieza dental. Para ellos se utilizan elementos protésicos que cubren la superficie afectada devolviendo al diente su aspecto natural.
Conclusiones.
Los dientes astillados pueden dar lugar a problemas más importantes que los meramente estéticos, por ello, es importante repararlo en el momento que son detectados.
¿Tienes dientes astillados? Ponte en contacto con nosotros.