La caída de los dientes de leche ha sido tradicionalmente un evento importante para muchos niños. La visita del Ratoncito Pérez o el Hada de los dientes ha provocado que los más pequeños vivan con impaciencia el momento de la pérdida de una pieza dental, tanto, que en más de una ocasión dicha pérdida se ha producido con algún tipo de ayuda “externa”.
El ingenio de cada persona ha dado multitud de formas de arrancar estos dientes, pero ¿Es bueno arrancar los dientes de leche?
Por qué no se debe arrancar los dientes de leche.
Quitar los dientes de leche antes de su caída natural puede resultar negativo para la salud de nuestra boca.
Estas piezas dentales se van desprendiendo conforme el diente definitivo ocupa su lugar. Así, el diente de leche se va desprendiendo paulatinamente de la boca, estando unido a ella hasta el último momento mediante tejido de la encía.
Al arrancar los dientes de leche se puede dañar este tejido de la encía además de aumentar el riesgo de sangrado, infecciones y la aparición de dolor.
Al mismo tiempo, si un diente de leche es extraído prematuramente, el hueco que aún no está ocupado por el diente definitivo puede ser ocupado por las piezas dentales circundantes. Esto puede dar lugar a un mal posicionamiento de las piezas dentales en formas de apiñamiento o espacios interdentales desproporcionados.
Por tanto, la perdida prematura de un diente de leche puede provocar maloclusión que deberá ser corregida con ortodoncia.
Qué hacer cuando los dientes de leche se mueven.
El proceso natural de la pérdida de dientes de leche se suele iniciar en torno a los cinco años de edad y es un proceso que suele provocar mucha curiosidad a los niños.
Es muy habitual que los niños jueguen a mover con la lengua los dientes que están en el proceso de caída. La mejor opción es tener paciencia durante este periodo.
Es muy poco común que los niños se traguen los dientes, y si eso ocurre, es muy poco probable que ese hecho provoque algún tipo de problema.
Los dientes son elementos totalmente naturales y, además, son de un tamaño muy reducido por lo que no debe existir problema de reacción negativa por parte del cuerpo a su ingestión ni de atragantamiento.
En cualquier caso, es aconsejable cuidar y realizar un seguimiento en los dientes de leche como si de los definitivos se tratara.
Si quieres hacer una revisión de los dientes de los más peques de la casa o tienes cualquier duda al respecto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.